ROBLEDO.
La Comuna n. º 7 Robledo es
una de las 16 comunas de la ciudad de Medellín, capital del Departamento de
Antioquia. Se encuentra ubicada en la zona noroccidental de la ciudad. Limita
por el norte con la Comuna n.º 6 Doce de Octubre y por el oriente con la Comuna
n.º 5 Castilla y el Río Medellín; por el sur con la Comuna n.º 11
Laureles-Estadio, la Comuna n.º 12 La América y Comuna n.º 13 San Javier; y al
occidente con el Corregimiento de San Cristóbal.
En lo que actualmente se
llama San Germán se asentó en el siglo XVII un núcleo de población al mando de
Jerónimo Luis Tejelo en el denominado Tambo de Aná; este poblado fue arrasado
en 1880 por una avalancha de la quebrada La Iguaná, hecho que determinó su
traslado al actual barrio Robledo en busca de terrenos más seguros. Hasta 1938
Robledo fue corregimiento de Medellín, estaba ocupado por fincas de familias
pudientes de la ciudad, exceptuando el casco urbano que estaba poblado por
artesanos.
Geografía
El área total de Robledo es de unos 938.22 hectáreas, presenta una topografía quebrada, especialmente hacia el occidente, predominando las pendientes entre el 13.0% y el 36.0%. Se destaca el Cerro El Volador como el más importante accidente geográfico, además de ser un punto de referencia a nivel de la Comuna y de la ciudad.
Existen cuatro quebradas; La Quintana, La Malpaso, La Moñonga y la Iguaná, que inciden en forma directa en las características topográficas de la Comuna. Por el mal manejo que se les ha dado a sus cuencas, estas quebradas se han convertido en fuentes de problemas de seguridad por las periódicas inundaciones en época de invierno.
SITIOS DE INTERÉS
Biblioteca Tomás Carrasquilla.
Ecoparque Cerro El Volador es el parque más grande de la ciudad de Medellín.
Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, cuenta con el Museo de Mineralogía (Museo de Geociencias) y murales del Maestro Pedro Nel Gómez.
Parque Biblioteca Tomás Carrasquilla.
Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Robledo, Patrimonio Nacional
ROBLEDO LA CAMPIÑA
SITIOS DE INTERÉS
Biblioteca Tomás Carrasquilla.
Ecoparque Cerro El Volador es el parque más grande de la ciudad de Medellín.
Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, cuenta con el Museo de Mineralogía (Museo de Geociencias) y murales del Maestro Pedro Nel Gómez.
Parque Biblioteca Tomás Carrasquilla.
Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Robledo, Patrimonio Nacional
ROBLEDO LA CAMPIÑA
De Robledo La Campiña solo se puede hablar desde hace 25 años. Hace 80 años, como la mayoría de terrenos que ahora son barrios de Medellín, este Robledo era una pendiente verde con casas grandes ocupadas por familias numerosas que tenían vacas, gallinas y cultivos. Y todo eso quedaba en las afueras de la ciudad, muy lejos del centro.
En 1960 se dio el primer paso para que ese sector fuera residencial. Comenzaron a llegar familias de trabajadores de Santa Fe de Antioquia, San Jerónimo y Sopetrán, municipios del occidente. Ellos fueron los primeros en comprar los predios de las antiguas fincas para construir sus casas. Y llamaron al sector La Campiña, como sinónimo de pueblo.
Ahora solo queda el nombre del barrio. El sector, en el noroccidente de Medellín, está sembrado de edificios y de casas en hileras que se prolongan loma abajo. Pero una costumbre parece permanecer todavía hoy.
Como antes
Las familias de La Campiña siguen siendo numerosas, con un promedio de cinco hijos. En total, el barrio tiene 15.000 habitantes de estratos dos y tres. La comunidad, rodeada por las quebradas: La Malpaso, La Quintana y La Malpaso II. tiene una preocupación.
Solo el 60 por ciento de los niños y jóvenes del barrio tienen acceso a la educación, entre otras cosas porque el sector no cuenta con un colegio público. Únicamente se encuentra el Colegio Colombo Sueco, una institución privada, a la que la mayoría no tiene acceso por los altos precios de las matrículas.
La solución ha sido entonces enviar a los menores a colegios ubicados en la periferia del barrio, como el Pascual Bravo o el San Vicente, instituciones públicas muchas cuadras abajo.
Luis Fernando Franco, tesorero de la Junta de Acción Comunal del barrio, asegura que se han enviado varias cartas a la Secretaría de Educación para que estudien la posibilidad de un colegio público y evitar los conflictos que su ausencia ocasiona. Pero los esfuerzos han sido inútiles. La Alcaldía solo ha respondido silencio.
La falta de espacios y tiempo para realizar actividades es otra de las quejas de los habitantes de La Campiña, pues aunque cuentan con una casa de justicia que presta servicios de personería, fiscalía, comisaría de familia e inspección, su horario, de lunes a viernes de 7:00 a.m. a 6:00 p.m., impide que en el lugar puedan realizarse eventos de integración de la comunidad.
EL JORDÁN.
Mediante un proceso de expropiación, el bar El Jordán fundado en 1891, finalmente pasó a manos del municipio de Medellín.
No fue posible llegar a un acuerdo en el precio con todos los miembros de la familia Burgos, heredera de una de las esquinas más antiguas de la ciudad. Sin embargo, los funcionarios de la Unidad de Bienes de la Secretaría de Hacienda del Municipio, no ahondan en las razones de la expropiación del inmueble, justificando que “puede ser objeto de controversia judicial”.
Por otro lado, Herman Montoya, líder del programa de Memoria y Patrimonio de la Secretaría de Cultura, asegura que se están adelantando proyectos para la restauración de El Jordán y los predios aledaños, para acondicionarlos y acoger a la Escuela de Música de Robledo. Sin embargo, los recursos que el Departamento Administrativo de Planeación concedió para los primeros estudios y arreglos urgentes de la casa, no se han visto reflejados en el presupuesto de la Secretaría de Cultura.
Según una primera evaluación del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD), la situación de la edificación es de alto riesgo, pues presenta un deterioro en los materiales originales. “El deterioro progresivo de la construcción se convierte en un factor determinante ante la evolución desfavorable de nuevos eventos de colapso”, apunta el informe.
De la Urbe habló con Alberto Burgos, hermano mayor de los herederos de la casa El Jordán, quien narró la historia del sitio en el que pasó gran parte de su vida.
HISTORIA DEL JORDÁN.
La historia de El Jordán es tan rica que daría para escribir un mito fundacional del barrio Robledo. Un mito levantado en bahareque, teja de barro, madera común y caña brava, al que no le falta ni un río ni unos hombres, tan parecidos en su ambición, más aún si de por medio hay una disputa por la tierra.
El barrio Robledo tiene su origen en un desastre, muchos años antes del nacimiento de don Alberto. A orillas de la quebrada La Iguaná, en los alrededores de lo que hoy se conoce como San Germán, existió hasta finales del siglo XIX un asentamiento nombrado el Tambo de Aná. A pesar de que en este lugar don Recaredo de Villa, presidente del Estado Soberano de Antioquia, tenía una casa campestre, el gobernante hizo oídos sordos a las voces que le pedían una intervención para controlar las aguas de La Iguaná, un riachuelo con profundas ambiciones de ensancharse. Y se ensanchó.
El 23 de abril de 1880, La Iguaná sacudió su cola, mordió las orillas fértiles que se disputaba con los hombres, se las arrancó con dientes de arena y escombros, y de paso se engulló a siete ‘cristianos’. Los sobrevivientes corrieron al auxilio que ofrecían las tierras altas de El Tablazo, ubicado al inicio de la loma que don Tomás Carrasquilla conocería bajo el nombre de El Cucaracho, el actual parque de Robledo.
Los desplazados de Aná invadieron los predios de la familia Burgos, antepasados de don Alberto. El gobierno no tenía recursos para negociar las tierras y fue entonces cuando don Manuel Uribe Ángel intervino, junto a Tomás María Jaramillo, Julián Escobar y Eduardo Villa. Hicieron una colecta de dinero para la adquisición de diez cuadras y pico de varas para comenzar el trazo de la nueva Aldea de Aná, que desde 1881 comenzaría a mutar su nombre a Robledo. En ese entonces, ese pedazo de tierra no era más que un corregimiento de Medellín, y así sería hasta 1938.
Tres años después del desastre de La Iguaná, se comenzó en la nueva aldea la construcción de la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Robledo. La iniciativa fue del párroco Rafael María González, quien encargaría a don Manuel Arenas la planificación y edificación del templo. Más de diez años se tomaría Arenas para finalizarlo.
Por ese entonces, Román y su hermano Rubén fundaron El Jordán. A Rubén, bisabuelo de don Alberto, se le había encargado tallar en madera de comino el altar principal de la futura iglesia, que aún sobrevive. Es por eso que sus restos descansan en el ala derecha del templo. Y aquí estaba la razón por la que más de sesenta años después, cuando El Jordán ya fuera un reconocido bailadero, balneario y tertuliadero, el bisnieto mayor de don Rubén estuviera lavando platos en una pila para bautizos. Mientras se concluía la construcción de la Iglesia, la nueva casa se convirtió en el sitio de las primeras misas, matrimonios y demás celebraciones religiosas de Robledo.
Para Rubén y Román era un sitio sagrado, sentimiento que pasó a don Alberto, el bisnieto mayor de la última generación de Burgos que heredaron la casa antes de que cayera en el abandono. El sitio pasaría primero a manos de Juan Antonio Burgos, hijo mayor de Rubén, y luego a su hermano Octavio, el abuelo de don Alberto, que sería el Burgos que más tiempo tendría la casa a su cargo.
A Robledo se llegaba en coche manejado por caballos, y es bien sabida la calaña de los personajes que ostentaban coches en ese entonces: los blancos de Medellín, según don Alberto. A principios del siglo XX El Jordán ofrecía cuatro piscinas de agua natural, la cochera para los caballos con servicio de lavado y la pianola con sus rollos importados de Estados Unidos. Cuando llegaba un nuevo rollo a El Jordán, la prensa local anunciaba la lista de nuevas canciones y el bar se atestaba con los visitantes que tiraban charco, tomaban y bailaban de cuenta de la pianola.
Entrada la segunda década de los años 1900, el corregimiento de Robledo se conectó con Medellín mediante un tranvía que comenzó a llevar nuevos clientes. A los renombrados habituales del bar se les fueron sumando obreros y lavanderas que podían pagar los precios de El Jordán, cuyas aguas ablandaban e igualaban clases sociales.
Iglesia de nuestra señora de los Dolores de Robledo.
Iglesia de nuestra señora de los Dolores de Robledo.
La Iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores es un templo colombiano de culto católico, dedicado a la Virgen María bajo laadvocación de la Virgen de las Angustias o de los Dolores, está localizado en el parque principal del barrio Robledo en la ciudad de Medellín (Antioquia) y pertenece a la jurisdicción eclesiástica de la Arquidiócesis de Medellín.
El edificio es de estilo Neoclásico donde predomina el orden toscano, su planta es rectangular, su interior está dividido en tresnaves y fue diseñado por Manuel Arenas siguiendo los conceptos formales tomados del “Tratado de los cinco órdenes de Arquitectura”, de J. B. de Viñola.1 Aunque la iglesia es neoclásica, los trabajos en madera (los retablos, el púlpito, el viacrucis y los nichos en los muros) son de estilo gótico. El 15 de diciembre de 2000 el templo fue declarado Monumento Nacional de Colombia.
En 1806 se fundó, al occidente de Medellín en lo que actualmente se llama Barrio San Germán, una pequeña población que se llamó San Ciro y posteriormente aldea de Aná;3 allí existía una capilla dedicada a Nuestra Señora de los Dolores y en torno a ella se estableció el poblado. El 23 de abril de 1880 dicho poblado fue arrasado por una avalancha de la quebrada La Iguaná, hecho que determinó su traslado a un lugar conocido en ese entonces como El Tablazo en busca de tierras más seguras. El nuevo poblado comenzó a llamarse Robledo, en honor al conquistador de Antioquia, Jorge Robledo.
El padre Rafael María González comenzó la construcción del nuevo templo, hecho con tapias, calicanto, tejas y madera de comino, con 3 sacristías, coro y mucha ornamentación de madera;3 el principal constructor de este templo fue Manuel Arenas, quien además diseñó los planos. El templo se empezó a construir en 1883, y en 1895 se le entregó a Rubén Burgos Restrepo la suma de 387,80 pesos para que pagara las maderas de comino destinadas a la construcción del retablo.3Burgos Restrepo realizó entonces toda la talla de madera del retablo principal y tal vez en agradecimiento a este trabajo sus cenizas reposan en una tapia de la nave derecha cerca al altar mayor del templo.3
Es de anotar también que como el templo de Robledo tardó tanto en su edificación; entonces fue en el estadero "El Jordán" donde se practicaron los primeros actos religiosos de la parroquia, y si se visita este sitio que aún existe, se verá que donde se lavan los vasos, se encuentra todavía la antigua pila bautismal.3
Por su valor histórico y arquitectónico, el templo de Nuestra Señora de los Dolores es declarado Monumento Nacional de Colombia, por medio de la resolución Nº 1.791 del 15 de diciembre de 2000. Este carácter de monumento nacional implica que todas las restauraciones, remodelaciones, refacciones y las obras de protección, defensa y conservación que deban efectuarse tanto en la capilla como en su colección de bienes muebles, deberán contar con el permiso previo del "Consejo de Monumentos Nacionales".
0 comentarios :
Publicar un comentario